Diferencias entre corrección ortotipográfica y de estilo

Entender los diferentes roles que existen dentro de la corrección de textos puede llegar a ser algo frustrante, tanto para los autores que solicitan los servicios como para los profesionales que muchas veces ven solapadas sus funciones o se les atribuyen tareas que realmente no les corresponden, lo que hasta cierto punto es problemático. Es por esta razón que hoy queremos hablar sobre las diferencias entre corrección ortotipográfica y de estilo.

Primero repasaremos en qué consiste cada uno de estos procesos lingüísticos y luego evaluaremos las competencias de los profesionales dentro del proceso de corrección en general.

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Corrección ortotipográfica

La corrección ortotipográfica es el proceso mediante el cual un especialista en corrección evalúa y corrige errores gramaticales, ortográficos, de puntuación, de sintaxis y de coherencia o segregación de recursos tipográficos como las negritas y las cursivas, para garantizar que el texto esté perfectamente escrito según las normas que rigen un determinado idioma.

El especialista en corrección ortotipográfica se encarga de:

  • Eliminar errores ortográficos.
  • Corregir caracteres sobrantes o faltantes en las palabras.
  • Garantizar que mayúsculas, acentos, tildes, abreviaturas y símbolos siguen los consejos y normas de la RAE (en el caso del español).
  • Aplicar recursos tipográficos de manera adecuada.
  • Unificar criterios en el uso de formatos, blancas, viudas y huérfanas.
  • Evaluar repeticiones de sílabas en líneas consecutivas.

Se puede decir entonces que un buen servicio de corrección ortotipográfica analiza en profundidad los elementos ortográficos, tipográficos y de puntuación de un texto para que tenga claridad y legibilidad técnica.

Corrección de estilo

La corrección de estilo, por su parte, es un proceso lingüístico mediante el cual el profesional de la corrección realiza modificaciones en el texto para que este tenga mayor calidad, fluidez y coherencia.

Los correctores de estilo no cambian el mensaje o el contenido del texto en sí mismo. Es decir, las ideas que presenta el autor y su hilo conductor por lo general se quedan intactos, pero sí realizan acciones como:

  • Eliminan o ajustan palabras redundantes.
  • Corrigen repeticiones excesivas de palabras o muletillas.
  • Corrigen vicios del lenguaje.
  • Ajustan expresiones para que sean menos ambiguas.
  • Aportan fluidez eliminando o ajustando expresiones poco claras.
  • Cambian el tono y a veces el registro para que una frase pueda sonar más o menos formal, técnica o académica, haciendo que sea natural en su contexto para el lector.
  • Aplican sinónimos para evadir repeticiones y enriquecer el léxico del texto.
  • Evalúan y modifican palabras o frases que son inadecuadas para su contexto.

El objetivo final de una corrección de estilo es hacer que el texto sea legible y que el lector pueda ir de una idea a otra, de manera fluida y coherente de principio a fin, mejorando el impacto y el poder persuasivo del mismo.

Un resumen rápido de las diferencias

La corrección de estilo en un texto va mucho más allá de la correcta escritura y se centra en la fluidez y la coherencia de un texto. Su objetivo es hacer que el documento sea fácil de leer, que se entiendan sus ideas y argumentos tanto como sea posible y que cada parte del mismo tenga un tono homogéneo.

Con la corrección ortotipográfica, por su parte, lo que se quiere es alcanzar el más alto nivel técnico posible, entregando un contenido de calidad y correcto según la normativa.

Si nos apresuramos, podemos decir que mientras la corrección de estilo es una opción que puede servir para que un lector se enganche mucho más con el texto, lo entienda mejor y se sienta más cómodo con él, la corrección ortotipográfica es imprescindible e irrenunciable en lo que respecta a la publicación de un texto serio de cualquier tipo o género.

Es decir, mientras que una es estética y medianamente opcional, la otra es técnica y obligatoria.

Procedimiento editorial

Otro punto que diferencia mucho a la corrección de estilo y a la corrección ortotipográfica es su lugar dentro del procedimiento editorial. Es decir, en qué fase suelen tener lugar y quién las ejecuta.

Por norma general se utilizan procesadores de texto, usualmente Microsoft Word, con herramienta de control de cambios, lo que marca en el documento todas las modificaciones que se realicen y permite al editor aceptarlas o revertirlas.

En su primera fase el texto se deja en manos del corrector de estilo, quien se encargará de leer todo el documento minuciosamente para tomar notas y empaparse del contenido.

Luego se espera que el mismo corrector de estilo haga una segunda lectura, haciendo las modificaciones pertinentes de fluidez, sin alterar las ideas centrales o el hilo conductor del texto.

Finalmente, el documento llega a manos del corrector ortotipográfico, que por lo general es un profesional aparte del encargado de estilo. Se realiza de esta manera porque la lengua es muy extensa y tener conocimiento de dos disciplinas con objetivos distintos en un mismo texto es complicado.

También, es clave que ambas tareas se repartan porque incluso entre profesionales versados y con años de experiencia, los errores pueden colarse entre decenas de miles de caracteres.

Una vez que el corrector ha realizado su trabajo inicial, las editoriales grandes pasan el documento a otro evaluador, quien hace una nueva prueba para validar que el texto está perfecto.

Así, llega un documento terminado al equipo editorial, quien lo ajusta al medio y da un segundo visto bueno a su contenido.

¿Cuántas revisiones debe tener un texto?

Depende del tipo de texto que tengamos entre manos y el presupuesto que manejemos, se pueden hacer tantas revisiones como sean necesarias, hasta que no se encuentren más fallas en el documento.

Evidentemente, esto no es posible en todos los casos, por lo que el estándar se suele fijar en dos revisiones por profesionales diferentes. También llamada doble revisión.

Un texto pasado por doble revisión suele tener muy pocos errores o ninguno, aunque se pueden ver muy raras veces algún detalle menor si el texto supera las 20 o 30 mil palabras.

¿Cómo calcular la tarifa de las correcciones?

Las tarifas de las correcciones, tanto de estilo como ortotipográficas, se calculan en función de la extensión del documento.

Casi siempre se usan las palabras como medida de referencia, aunque no es extraño que los medios digitales prefieran los caracteres como unidad de medida por una cuestión de formato.

Por ejemplo, si tomamos en cuenta las tarifas promedio de un servicio de revisión que oscile entre 0,01 € y 0,015 € por palabra, el cálculo sería:

  • 5000 palabras x 0,01 € = 50 €
  • 5000 palabras x 0,015 € = 75 €

La revisión de estilo suele presupuestarse por encima de la ortotipográfica, ya que requiere mayor inversión de tiempo.

Corrección ortotipográfica contra corrección de estilo: procesos complementarios

La corrección ortotipográfica y de estilo son dos caras de una misma moneda editorial e integran procesos complementarios cuyo objetivo es aportar la mayor calidad posible en un texto, tanto estética como técnicamente hablando, y es importante que se ejecuten por profesionales para que los autores puedan ver preservados sus esfuerzos y su dedicación en la redacción de contenidos que transformen, persuadan y conviertan.

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